martes, 9 de octubre de 2012

Nunca se tiene la culpa ...

Alicia estaba sentada en una oficina, se sentía incomoda y descubierta, el lindo vestido de Alicia tenía unas notables manchas negras y estaba roto de uno de los gruesos tirantes, sus bellos labios estaban reventados  y se empezaba a notar una leve mancha morada debajo de su ojo, la madre de Alicia discutía por celular con el Tío Luis abogado de la familia y el padre de Alicia discutía con el que era o parecía ser el oficial al mando, el hermano de Alicia la abrazaba fuertemente mientras derramaba unas pequeñas lagrimas sobre el hombro de ella, era un domingo cualquiera para Alicia, había ido a comer a casa de su abuela y después a la plaza del pueblo a comer un helado, la tarde era fresca puesto que acababa de llover, Alicia era una mujer promedio, de piel tostada y cabellera color carbón, era muy delgada casi sin "curvas pronunciadas", en ese entonces nadie podía imaginarse lo que sucedería, Alicia camino hacia el carro a dejar su jersey, cuando sintió que alguien la jalaba a unos arbustos y le ponía un trapo en la boca que tenía un olor fuerte a un tipo de solvente, Alicia se sentía mareada y aturdida cuando todo comenzó; no podía entender bien lo que pasaba, tirada en el pasto la angustia subía cuando sintió el cuerpo de un hombre encima que le vendo los ojos, para poder ultrajar su cuerpo, entre golpes, mordidas y palabras obscenas, Alicia sentía mucho dolor pero se quedó inmóvil a esperar que todo terminara; después de los 20 minutos sintió un fuerte impacto en su cabeza y todos se desvaneció; su hermano la encontró tirada en los arbustos, cuando escuchó la voz de su hermano el llanto de ella era lo único que se escuchaba; al pasar los días y sin parecer que la denuncia arreglara algo, Alicia despierta en la noche y  entre sollozos piensa que tal vez el comandante que discutía con su Padre tenía razón y es que ella ahora piensa que fue su culpa lo que le pasó esa tarde de lluvia afuera de la plaza del pueblo ese domingo por la tarde.

La chica del Aparador