Amanecí otra vez
entre tus brazos
entre tus brazos
y desperté llorando
de alegría
me cobijé la cara
con tus manos,
para seguirte amando todavía.
de alegría
me cobijé la cara
con tus manos,
para seguirte amando todavía.
Te despertaste tú,
casi dormida,
y me querías decir
no sé qué cosas
pero callé tu boca
con mis besos,
y asi pasaron muchas,
muchas horas.
Cuando llegó la noche, aparecio la luna,
y entró por la ventana
qué cosa más bonita cuando la luz del cielo,
iluminó tu cara.
Yo me volví a meter
entre tus brazos,
tú me querías decir
no sé qué cosas,
pero callé tu boca
con mis besos
y así pasaron muchas,
muchas horas...
casi dormida,
y me querías decir
no sé qué cosas
pero callé tu boca
con mis besos,
y asi pasaron muchas,
muchas horas.
Cuando llegó la noche, aparecio la luna,
y entró por la ventana
qué cosa más bonita cuando la luz del cielo,
iluminó tu cara.
Yo me volví a meter
entre tus brazos,
tú me querías decir
no sé qué cosas,
pero callé tu boca
con mis besos
y así pasaron muchas,
muchas horas...
Los rayos del sol iluminan la habitación; ha sido una noche de pasión; amanece y la alegría se desborda porque ya no es un sueño. El cuerpo del otro -los brazos, las manos- como sábana que cubre. Despertar al lado del ser amado, y empezar otra vez -una y otra-, entre sus brazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario