En “Shame” hay sexo explícito y una brutal soledad. Brandon es adicto al sexo; es la única manera para tener contacto con el sexo femenino; ve pornografía, y no puede esperar a llegar a su casa para masturbarse. Todo se complica cuando su hermana –con la cual tiene una extraña relación- llega a vivir con él. La soledad interpretada por -el guapo y muy bien dotado- Michael Fassbender deja afectado al espectador. Steve McQueen, director de la cinta, hace énfasis –al igual que su cinta anterior- en la narrativa del cuerpo: cómo el cuerpo –sus heridas, sus cicatrices- describen en estado anímico de los personajes, y cómo estos cuerpos se convierten en materia expresiva. Brandon utiliza esa adicción al sexo para alejarse del impulso que se niega a admitir, buscando sin encontrar en esas mujeres su verdadero deseo.
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